Título: Maldito síndrome de Estocolmo
Autor: Carmen Sereno
Nº
páginas: 392
Nota: 10/10
SINOPSIS
«¿Quién
eres realmente, Eric Grau, y qué ocultas bajo esa piel tan fría?»
Ana
empieza a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica. Su
jefe,Eric Grau, un hombre alto y atractivo al que todo el mundo llama Iceman,
tiene fama de ser arrogante y despiadado, además de un auténtico depredador
sexual. Al principio, la relación entre ambos es muy tensa, pero, poco a poco,
la joven descubrirá que su implacable jefe no es el hombre de hielo que todos
creen.
¿Podrá
Ana resistirse al síndrome de Estocolmo que Eric despierta en ella?
OPINIÓN
Lo primero que queda
cristalino como el agua incluso antes de comprarme la novela de Carmen Sereno
es que va a tener su propio estilo. Reconozco que la sinopsis y el principio de
la novela pueden recordar a los inicios de otro Iceman, más
concretamente de Eric Zimmerman de la autora Megan Maxwell y su saga Pídeme
lo que quieras, pero no es más que conjeturas que Carmen Sereno se encarga
de borrar de un plumazo (nunca mejor dicho) cuando la historia empieza a tomar
forma.
Ana Luna es una empleada
subcontratada por Laboratorios Grau, una gran multinacional farmacéutica. Allí
conoce a su jefe, Eric Grau, que es el director de ventas y finanzas. Pero ni
Ana Luna se presenta como un personaje fuerte que acababa doblegándose por amor
ni Eric Grau es tan Iceman como parece. Sinceramente, para mí estos dos
personajes están mucho mejor creados y desarrollados que los de la novela a que
me recuerdan en un principio. Ana Luna es una mujer fuerte, trabajadora,
sensible, con unos principios claros y la capacidad de sobrellevar todo tipo de
situaciones sin morir en el intento. Eric Grau es de clase alta, trabajador,
controlador y con carácter. Pero sobre todo, Ana y Eric son perfectos como
personajes; creíbles y verosímiles, realistas, completamente bien desarrollados
y maravillosamente presentados con sus virtudes y sus defectos. Es imposible no
engancharse a estos dos personajes.
Sin embargo, no son los
únicos dignos de aplausos. Desde el compañero de piso de Ana, pasando por sus
compañeros de trabajo en Laboratorios Grau o el resto de la familia Grau, son
personajes muy realistas. Tal vez no estén tan desarrollados como Ana y Eric,
pero no por ello son prescindibles. Tal vez la novela se centra bastante más en
los dos protagonistas, pero no tengo la menor duda que la autora tiene
imaginación y originalidad de sobra como para darnos más del resto en próximas
novelas (porque yo espero/necesito una saga de esta novela). Si es cierto que
me gustaría saber un poco más de las vidas del resto de personajes, en especial
de uno: Johan Grau. Johan Grau no tiene nada bueno y lo tiene todo. Porque es
malo, muy malo y para conseguir admirar y odiar al mismo tiempo un personaje
como ese hay que saber hacerlo y Carmen Sereno es brillante creando personajes.
¡Ojalá más de Johan!
Hay formas y formas de
contar una historia y, en cuanto a esta en concreto la autora la ha bordado con
gran brillantez. Maldito síndrome de Estocolmo es completamente adictiva,
te mantiene expectante en cada una de las páginas y no puedes dejar de leer,
aunque eso tenga el inconveniente de llegar antes al final y tener que esperar
por la segunda parte. La tensión que crea, con sus correspondientes treguas
tanto para el lector como para los protagonistas es un arte. También toca temas
que se irán viendo a medida que avance la novela de interés actual, unos más
destacados que otros pero que ninguno pasa desapercibido, sobre todo mediante la
‘voz’ de Ana Luna.
Con un final no te lo
esperas, te sorprende, aunque después de leerlo sueltes un ‘¡tendría que verlo
venir!’. Y ese final te hará desear tener entre las manos la segunda parte.
Mensaje importante para la editorial: ¡PUBLICADLE LA SEGUNDA PARTE, YA!
La autora sabe cómo
enganchar desde el primer momento y, si ya me gustaba su forma de escribir en su
blog, la forma en la que ha narrado esta novela romántica me ha dejado (incluso)
con mejor sabor de boca. Una novela de diez, pero he tenido que puntuarla por
lo bajo porque espero que siga escribiendo, y estoy segura que lo próximo que
publique llegará y traspasará el diez sobre diez.